No hay escapatoria posible ni dentro ni afuera
para el hombre que busca entre la basura los pedazos de su nombre
para terminar, tragándose su propia caca
comiendo pólvora con miel
para prenderse con gasolina el alma
y levantarse uno por la mañana
oliendo a formol y a película porno mal editada
era hermosa la podredumbre de la infancia
cuando nos desnudaban como cerdos
para abandonarnos en cualquier parte
la noche nunca fue tan bella como en esos días de enero
cuando ya no le temíamos más a la muerte.
Para que se entere que esta vida va en serio
que es ese juego insoportable de tenerlo ya perdido todo desde siempre.
Esa mierdita muy de uno que se le quedo a uno pegada en el alma
La vida era entonces casi nada
esa instantánea a blanco y negro
que mama nos sacó a las malas
después de llorar toda la noche
por esos niños que gritaban mientras se quemaban vivos
en ese autobús de la Iglesia Pentecostal
todos los estamos escuchando por la televisión y dolía tan hondo
sonaba Miles Davis y todos cierran los ojitos
el incendio subía por sus huesos y llegaba a sus ojitos
y les daba la visión
los padres lloraron y gritaban
y era el último día de colegio
Adiós hijo mío.
Intento acuchillarme los ojos con los ojos de mamá
para poder mañana ver a Dios
y no quiero no verle
y no quiero no sentirlo
y no quiero que me perdone
soy Job suicidándose ante Dios
introduciéndole agujas en los ojos
Porque Dios tiene que también ser ciego para vernos.
“Aquel horrible adentro-afuera que es el verdadero espacio”
Michaux
Quitarle pedazos a la muerte
sacarle muerte
robarle ontología
cortarle las manos con una minora
buscar la bastedad de Dios
que es tan lindo como la muerte por dentro
El niño a navajazo limpio resuelve sus líos con Dios
el niño se ha roto los huesos saltando de desierto en desierto
jugando a la muerte con la muerte
deambula en la noche
por entre los centros comerciales y alcantarillas rebosantes de mierda
hasta que se dan por enterado que la muerte nunca explica nada
pero lo resuelve todo de una vez y para siempre.
“Tener un corazón cuya claridad sea la medida del miedo”
Artaud
Unos ojos hacia adentro devorándose
rasgando horizontalmente el bosque
porque hay un bosque negro
en el centro de todos los espejos
desde donde la muerte lo contempla todo
hay una metafísica de los espejos
que se traga el alma de los hombres
cuando se miran las entrañas
debemos limpiarnos la mugre del alma
con vodka y formol
hasta que arda lo que tiene que arder.
“Oh sed, insaciable sed Desierto sin salida”
Bataille
ese caérsele a uno el alma cada mañana
esa pornografía deliciosa del domingo en la mañana
ese buscar en las bolsa de basura a Dios
explicarle al niño que se está muriendo
que la vida no era más que una excusa para no escuchar venir la muerte
que los días uno tras otro no son la vida sino la muerte
en el desierto más hermoso
aprenderás a desandar a ciegas
el camino de regreso a ninguna parte.
Para Camila e Intawa. Aún en mis venas bailando la noche
La visión devorándose detrás de los ojos
Gritando están allí los coyotes cuidando al peyote niño
Aquí todos tenemos la edad del abismo
son los muertos los que tienen hambre de Dios
son los muertos los que se comen viva a la muerte
se tragan su misma muerte
salir corriendo detrás de la muerte
con los ojos vendados y los pies amputados
comer carne de ángel
una figurita de Job patas arriba
para protegerme de Dios
mis manitos reventadas de sembrar poemas con las uñas
un día de estos ya no seré más este pedazo de abismo de mentiras
y mañana será un buen día para ver las palomas morir.
Usted que haría si yo a usted lo mato
me digo en la ducha
suena Miles Davis
y mamá prepara el desayuno
que haría usted si yo me voy y me abandono
y les dejo solo un cardumen de huesos negros
pudriéndose debajo de la cama
se me hace tarde para salir a trabajar
una vez al día ruega a dios para que nada cambie en tu vida
una vez en la noche ruega muy adentro
para que tu suerte te arrastre lejos muy lejos de ti
sin que tú te des cuenta
usted que haría si yo le diera la verdad que usted necesita
usted no sabría qué hacer con el llanto
con las mañanas de sol pudriéndose en el jardín
la gente como todo el mundo a esta hora
no piensa en nada no sabe qué hacer con eso
a todos nos duele eso
las mañanas blancas de enero como la mierda
la vida que no va para ninguna parte
el adentro que no sabemos si existe o si es pura infancia mal acomodada
pertenezco a una raza de animales salvajes y miedosos
que abandonaron a dios
por las pelis porno a las 2 am y por poemas de jaime sabines.
Me cuenta mama que ella también le tiene miedo a la muerte
y yo no sé qué hacer entonces con los huesos que ella me dio
si convertirlos en mazacote para arepas al desayuno
o pelarlos hasta la medula para encontrar la visión
yo no sé qué hacer con mis carnes calientitas y cansadas,
si hacer albóndigas para las ardillas y los zorros del desierto
o dejarlas que se pudran lentamente
mientras me miro al espejo con ganas de dormir para siempre
que lindo hacer realidad ese sueño milenario
de quedarse dormidito para siempre.
Abrirse la lengua y sembrarla de minas quiebra patas
lamerse el sexo en las mañanas hasta que se agote la sal
empezar a orar en la noche
Hasta que se quede uno sin piel
Dejar de preguntarse por Dios
Meter las manos en el poema y sacar toda la mierda
Para untar el sanguche del desayuno
los niños sabrán entender
se testigo de tu caída hasta bien adentro
persigue al animal que se mete debajo de las piedras
síguele hasta bien adentro
duerme con el
aliméntate al ladito de el
escarba en la tierra los minerales rojos
llénate de muerte el hocico
escarba en la tierra un lugar hondo
para que te puedan meter cuando te quedes dormido.
La marmota, el topo, el koala, el hombre sin empleo, la puta con polio y sin amígdalas, el vendedor de colchones dormiluna, el niño ciego y la madre suicida, las flores que piden afecto desesperadamente a las 2 am, los huesos de san juan de la cruz en Segovia
Ayer me entere que mamá se va a morir.
Regresaste al desierto de ayer
Para recoger la piel quemada que dejaste regada en el aire
Porque quieres arroparte de nuevo con lo negro
Con la parte rasposa de la sombra de uno
regresa al desierto de mañana
y guárdate el corazón afuera del corazón
y no olvides abandonarlo en la noche
para huya de ti
y puedas tu podrirte en paz.

Diego Fernando Gallo Casas - Bogotá, Colombia, 1989 . Poeta y cineasta. Ha dirigido películas en formato super 8 y trabajado como maestro de obra. En el ámbito literario, se dio a conocer con su poemario "Sal de Cocina y Cocaína", descrito como un viaje esquizoide que refleja su incursión en el mundo de las letras. Algunos de sus poemas, como "La muerte crece aunque no lo creas", han sido publicados en revistas literarias. Además, mantiene una presencia en redes sociales, incluyendo Instagram.
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