· 

Variaciones sobre el infierno o sobre el basilisco mineral Por Diego Fernando Gallo Casas

 

No hay escapatoria posible ni dentro ni afuera


para el hombre que busca entre la basura los pedazos de su nombre

 

para terminar, tragándose su propia caca 

 

comiendo pólvora con miel 

 

para prenderse con gasolina el alma

 

y levantarse uno por la mañana

 

oliendo a formol y a película porno mal editada

 

era hermosa la podredumbre de la infancia

 

cuando nos desnudaban como cerdos

 

para abandonarnos en cualquier parte

 

la noche nunca fue tan bella como en esos días de enero

 

cuando ya no le temíamos más a la muerte.

 

Para que se entere que esta vida va en serio

 

que es ese juego insoportable de tenerlo ya perdido todo desde siempre.

 

 

Esa mierdita muy de uno que se le quedo a uno pegada en el alma

 

La vida era entonces casi nada

 

esa instantánea a blanco y negro

 

que mama nos sacó a las malas

 

después de llorar toda la noche

 

por esos niños que gritaban mientras se quemaban vivos

 

 en ese autobús de la Iglesia Pentecostal

 

 todos los estamos escuchando por la televisión y dolía tan hondo

 

sonaba Miles Davis y todos cierran los ojitos

 

el incendio subía por sus huesos y llegaba a sus ojitos

 

y les daba la visión

 

 los padres lloraron y gritaban

 

y era el último día de colegio

 

Adiós hijo mío.

 

 

 

Intento acuchillarme los ojos con los ojos de mamá

 

para poder mañana ver a Dios

 

y no quiero no verle

 

y no quiero no sentirlo

 

y no quiero que me perdone

 

soy Job suicidándose ante Dios

 

introduciéndole agujas en los ojos

 

Porque Dios tiene que también ser ciego para vernos.

 

 

 

“Aquel horrible adentro-afuera que es el verdadero espacio”

 

Michaux

 

 

 

Quitarle pedazos a la muerte

 

sacarle muerte

 

robarle ontología

 

cortarle las manos con una minora

 

buscar la bastedad de Dios

 

que es tan lindo como la muerte por dentro

 

El niño a navajazo limpio resuelve sus líos con Dios

 

el niño se ha roto los huesos saltando de desierto en desierto

 

jugando a la muerte con la muerte

 

deambula en la noche

 

por entre los centros comerciales y alcantarillas rebosantes de mierda

 

hasta que se dan por enterado que la muerte nunca explica nada

 

pero lo resuelve todo de una vez y para siempre.

 

 

 

“Tener un corazón cuya claridad sea la medida del miedo”

 

Artaud

 

 

 

Unos ojos hacia adentro devorándose

 

rasgando horizontalmente el bosque

 

porque hay un bosque negro

 

en el centro de todos los espejos

 

desde donde la muerte lo contempla todo

 

hay una metafísica de los espejos

 

que se traga el alma de los hombres

 

cuando se miran las entrañas

 

debemos limpiarnos la mugre del alma

 

con vodka y formol

 

hasta que arda lo que tiene que arder.

 

 

“Oh sed, insaciable sed Desierto sin salida”

 

Bataille

 

ese caérsele a uno el alma cada mañana

 

esa pornografía deliciosa del domingo en la mañana

 

ese buscar en las bolsa de basura a Dios

 

explicarle al niño que se está muriendo

 

que la vida no era más que una excusa para no escuchar venir la muerte

 

que los días uno tras otro no son la vida sino la muerte

 

en el desierto más hermoso

 

aprenderás a desandar a ciegas

 

el camino de regreso a ninguna parte.

 

 

Para Camila e Intawa. Aún en mis venas bailando la noche

 

 

 

La visión devorándose detrás de los ojos

 

Gritando están allí los coyotes cuidando al peyote niño

 

Aquí todos tenemos la edad del abismo

 

son los muertos los que tienen hambre de Dios

 

son los muertos los que se comen viva a la muerte

 

se tragan su misma muerte 

 

salir corriendo detrás de la muerte

 

con los ojos vendados y los pies amputados

 

comer carne de ángel

 

una figurita de Job patas arriba

 

para protegerme de Dios

 

mis manitos reventadas de sembrar poemas con las uñas

 

un día de estos ya no seré más este pedazo de abismo de mentiras

 

y mañana será un buen día para ver las palomas morir.

 

 

 

Usted que haría si yo a usted lo mato

 

me digo en la ducha

 

suena Miles Davis

 

y mamá prepara el desayuno

 

que haría usted si yo me voy y me abandono

 

y les dejo solo un cardumen de huesos negros

 

pudriéndose debajo de la cama

 

se me hace tarde para salir a trabajar

 

una vez al día ruega a dios para que nada cambie en tu vida

 

una vez en la noche ruega muy adentro

 

para que tu suerte te arrastre lejos muy lejos de ti

 

sin que tú te des cuenta

 

usted que haría si yo le diera la verdad que usted necesita

 

usted no sabría qué hacer con el llanto

 

con las mañanas de sol pudriéndose en el jardín

 

la gente como todo el mundo a esta hora

 

no piensa en nada no sabe qué hacer con eso

 

a todos nos duele eso

 

las mañanas blancas de enero como la mierda

 

la vida que no va para ninguna parte

 

el adentro que no sabemos si existe o si es pura infancia mal acomodada

 

pertenezco a una raza de animales salvajes y miedosos

 

que abandonaron a dios

 

por las pelis porno a las 2 am y por poemas de jaime sabines.

 

 

 

Me cuenta mama que ella también le tiene miedo a la muerte

 

y yo no sé qué hacer entonces con los huesos que ella me dio

 

si convertirlos en mazacote para arepas al desayuno

 

o pelarlos hasta la medula para encontrar la visión

 

yo no sé qué hacer con mis carnes calientitas y cansadas,

 

si hacer albóndigas para las ardillas y los zorros del desierto

 

o dejarlas que se pudran lentamente

 

mientras me miro al espejo con ganas de dormir para siempre

 

que lindo hacer realidad ese sueño milenario

 

de quedarse dormidito para siempre.

 

 

 

 

Abrirse la lengua y sembrarla de minas quiebra patas

 

lamerse el sexo en las mañanas hasta que se agote la sal

 

empezar a orar en la noche

 

Hasta que se quede uno sin piel

 

Dejar de preguntarse por Dios

 

Meter las manos en el poema y sacar toda la mierda

 

Para untar el sanguche del desayuno

 

los niños sabrán entender

 

se testigo de tu caída hasta bien adentro

 

persigue al animal que se mete debajo de las piedras

 

síguele hasta bien adentro

 

duerme con el

 

aliméntate al ladito de el

 

escarba en la tierra los minerales rojos

 

llénate de muerte el hocico

 

escarba en la tierra un lugar hondo

 

para que te puedan meter cuando te quedes dormido.

 

 

 

La marmota, el topo, el koala, el hombre sin empleo, la puta con polio y sin amígdalas, el vendedor de colchones dormiluna, el niño ciego y la madre suicida, las flores que piden afecto desesperadamente a las 2 am, los huesos de san juan de la cruz en Segovia

 

Ayer me entere que mamá se va a morir.

 

 

Regresaste al desierto de ayer

 

Para recoger la piel quemada que dejaste regada en el aire

 

Porque quieres arroparte de nuevo con lo negro

 

Con la parte rasposa de la sombra de uno

 

regresa al desierto de mañana

 

y guárdate el corazón afuera del corazón

 

y no olvides abandonarlo en la noche

 

para huya de ti

 

y puedas tu podrirte en paz.

 

 

Diego Fernando Gallo Casas - Bogotá, Colombia, 1989 . Poeta y cineasta. Ha dirigido películas en formato super 8 y trabajado como maestro de obra. En el ámbito literario, se dio a conocer con su poemario "Sal de Cocina y Cocaína", descrito como un viaje esquizoide que refleja su incursión en el mundo de las letras. Algunos de sus poemas, como "La muerte crece aunque no lo creas", han sido publicados en revistas literarias. Además, mantiene una presencia en redes sociales, incluyendo Instagram. 

Escribir comentario

Comentarios: 0