En De Sur a Sur Poesía y Artes Literarias; cuatro relatos cortos sobre Kichomu, por el profesor de español en Japón, Antonio Duque Lara, son ejemplos clásicos de la comedia japonesa, donde la simplicidad y el absurdo se combinan para ofrecer una crítica suave a la rigidez del pensamiento y la importancia de la flexibilidad mental. Kichomu, a pesar de sus errores, es un personaje entrañable que nos recuerda la importancia del sentido común y la adaptabilidad en la vida cotidiana.
En De a Sur Revista de Poesía y Artes Literarias, el cuento de Antonio Duque: Urashimataro, un pescador que vivía con su anciana madre, es invitado por un capitán al palacio submarino de la Princesa Otohime. Aunque preocupado por dejar a su madre, Urashimataro acepta. Después de tres años de festines, regresa a su hogar, sólo para descubrir que han pasado muchas décadas. Abre tres cajas dadas por la princesa: en la última, un humo lo convierte en anciano.
En un lugar alejado, entre montañas, vivía una pareja de viejecitos amables y cariñosos. Un día, el viejecito liberó a una grulla atrapada en una trampa. Como agradecimiento, la grulla se transformó en una hermosa joven y se quedó a vivir con los viejecitos. La joven tocaba una flauta mágica cuya melodía llenaba el valle y llegaba hasta las estrellas. La historia nos enseña sobre la bondad y la gratitud.
El cuento La Princesa Brillante o El Cortador de Bambú, muestra cosas valiosas como el amor y los lazos familiares que no pueden ser retenidas por fuerza y deben ser aceptadas con gratitud y serenidad, aceptando que algunas cosas preciosas son fugaces y no pueden retenerse, y a veces, la verdadera felicidad radica en aceptar la realidad y dejar ir lo que amamos. Destaca, además, la futilidad de pretender la eterna juventud y la importancia de apreciar el tiempo compartido con los seres queridos.
El cuento narra la historia de Hoichi, un talentoso músico ciego que es poseído por el espíritu de un guerrero samurái muerto durante la batalla ancestral de Dan-no-ura.
Ya desde el Índice, el libro de María Ángeles suena, desprende cotidianeidad, suena a cosas sin importancia, que no merecen la pena ser leídas de urgencia… pero, conforme se va desarrollando la lectura, se percibe que eso es una trampa, es un juego para buscar la benevolencia del lector y que no aparezcan altas pretensiones.