Con prólogo de Alonso de Molina. Poemario Socaire, de la poeta Gloria Langle. Escribir poesía es lo más parecido a quedar desnudo. Algo importante en la realización de un prólogo: No opinar. No opinar, porque, además siendo el autor amigo, en este caso amiga, quién sabe si, subliminalmente, estamos interfiriendo en la opinión del lector, mediatizando su propia percepción respecto a la obra leída; somos conscientes, que un poema puede tener tantas lecturas como lectores tenga a bien tener.