La mañana del 9 de febrero de 2007 averigüé ─ en la Universidad Bicentenaria de Aragua (UBA) que queda en Turmero ─ todo lo referente a la carrera de Psicología, puesto que me gustan las obras de Abraham Maslov y de Sigmud Freud, y quería profundizar al respecto.
De entrada, diré que el precio de los semestres me quitó, de un golpe, el 80 por ciento del entusiasmo de estudiar la carrera y ─ tiempo después ─ desistí del sueño de ser psicólogo.
No obstante, estas líneas no van dedicadas a ese sueño que el tiempo pulverizó, sino para referir cómo conocí (el día que asistí a la UBA) a quien estaba destinado a convertirse en el mejor rapero en español de la historia y lo que conversamos, a grosso modo, desde las 10:00 am a 12:00 pm.
Después de ponerme al tanto del precio de los semestres, de recibir folletos de la universidad y de escuchar ─ con desagrado ─ la voz chillona de la recepcionista: me di a la tarea de recorrer las instalaciones.
En mi recorrido vi que un catire delgado ─ que transitaba por el pasillo contiguo ─ traía en la mano izquierda el ensayo de Rafael Cadenas que se titula En torno al lenguaje. Esto llamó mi atención y lo detuve para preguntarle sobre sus lecturas.
Gentilmente me extendió el libro (libro que conocía de antemano) y con un ademán me señaló las sillitas de plástico que estaban apostadas al fondo del pasillo. Luego de sentarnos nos dimos a la tarea de abordar la portentosa obra de Rafael Cadenas capítulo por capítulo.
Es curioso, sólo después que vimos marcada ─ con resaltador amarillo ─ que la conversación es el manjar del alma (esta cita pertenece a Baltasar Gracián) recordamos el formalismo de presentarnos. Así pues, estrechamos las manos para decir, escuetamente:
─Tirone González.
─Francisco Aguiar.
Habiéndonos presentado continuó ese "manjar del alma" que saboreé con deleite, pues el lenguaje es un hilo rojo que sostiene ese elemento que ostenta eternidad llamado poesía.
En ese momento no estaba al tanto de su faceta de rapero ─ mucho menos qué hacía en la universidad ─, pero por la sensibilidad y la inteligencia que emanaba supe que estaba frente a un verdadero artista.
Ya finalizando nuestra conversación le pregunté si tenía alguna obra publicada y se limitó a responder:
─ Escribo y guardo.
Esa respuesta jamás la olvidaré, ya que con ella llegó el mediodía y la despedida. Se despidió con un: "Fue un placer haberlo conocido" sin sospechar que jamás nos volveríamos a ver.
De mi encuentro con Tirone González (Canserbero) han pasado más de 17 años. Las dos horas que duró ese encuentro están contenidas en un reloj de arena que volteo cada vez que se escurre.
Francisco Aguiar. Escritor venezolano (San Carlos, Cojedes, 1985). Licenciado en Educación Mención Castellano y Literatura por la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora (UNELLEZ). Cursó en 2014 el Taller de Formación Teatral que auspició la Compañía Nacional de Teatro (CNT). En 2018 participó en el XXII Festival Internacional de Poesía Cartagena de Indias (FIPCA). La OIM – Colombia publicó uno de sus poemas, a mediados de 2019, en la antología que se titula Pido la palabra. Ha publicado las siguientes obras: La Alcantarilla (2015), El cuento más largo (2017), Sobre la migración venezolana (2023).
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