En literatura, el escritor suele ser percibido como un arquitecto de palabras
que revela, a través de sus obras, la esencia de su ser. Pero, ¿es esto realmente cierto?
"El poeta es un fingidor. / Finge tan completamente / que hasta finge que
es dolor / el dolor que de veras siente". Estos versos de
Fernando Pessoa encierran una paradoja fascinante: el escritor, en su oficio, no solo construye mundos imaginarios, sino también versiones de sí mismo que puede ser tan múltiple y contradictoria
como el ser humano que escribe; como así mismo expresa nuestro acreditado escritor y poeta Alonso de Molina en su Art poética: “Los Otros que me forman”.
¿Es posible, entonces, que el escritor nunca revele su "yo" auténtico en sus
textos? ¿Que sus palabras no sean más que una máscara, un espejo deformado de la persona que las escribe?
En este espacio donde las letras toman vida, queremos reflexionar sobre esa
discordancia inherente al oficio de escribir. El autor, en su búsqueda creativa, se enfrenta a la paradoja de tener que esconderse para revelarse. Crear personajes, voces y estilos es parte del
juego, pero también lo es protegerse: esconder tras las palabras su "yo" más vulnerable, o tal vez transformarlo, jugar con él. Pessoa lo hizo magistralmente al fragmentarse en heterónimos,
mostrando que ser escritor es también ser actor y arquitecto de máscaras.
La pregunta, entonces, es si el verdadero "yo" del escritor puede o debe
manifestarse en su obra. ¿Es necesario que un poema, una novela o un ensayo reflejen fielmente la personalidad del autor? Pessoa, con su habilidad para inventarse a sí mismo, parece sugerir que
la autenticidad no reside en la coherencia entre el escritor y su obra, sino en la sinceridad del acto creativo. Fingir no es mentir, sino construir. La mentira sería no crear
nada.
El escritor y su obra están destinados a convivir en un estado de tensión
perpetua. La escritura es una construcción, a veces auténtica, a veces fingida, pero siempre cargada de significado. En un mundo que exige coherencia y transparencia, tal vez deberíamos celebrar
esa discordancia, esa capacidad del escritor para ser muchos y ninguno al mismo tiempo.
Como revista de literatura, nos posicionamos como un espacio donde estas
tensiones pueden explorarse sin juicio. Creemos en el valor de la escritura como un escenario para la contradicción, un lugar donde el autor pueda ser fiel a su naturaleza fragmentada. Porque,
como Pessoa, entendemos que fingir no es mentir, sino crear.
Hoy más que nunca, celebramos al escritor que se atreve a mostrar sus
contradicciones, que escribe no para agradar, sino para explorar. Porque la literatura no debe ser solo un reflejo del alma, sino también una ventana a sus múltiples
posibilidades.
De Sur a Sur Revista de Poesía y Artes
Literarias es ese escenario donde las máscaras literarias
encuentran su lugar y los lectores, como espectadores, descubren que la verdad del escritor no reside en lo que escribe, sino en el acto mismo de escribir.
Os damos la bienvenida a esta travesía por el fascinante mundo de la imaginación.
Libertad González
Coeditora y colaboradora de la revista De Sur a Sur Poesía y Artes Literaria. Participa activamente con artículos Editoriales, artículos dedicados al senderismo poético, relatos, poemas, corrección de textos y diseño para De Sur a Sur Ediciones.
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