Por Alejandra Craules Bretón
Mi encuentro con la poesía italiana actual no data de tanto, son tan solo cuatro años que realmente me he ocupado de conocer a los poetas de mi nueva patria que escriben en este momento. Si bien no fue fácil al inicio, tuve primero que acercarme al lenguaje poético, a la métrica y al ritmo del italiano moderno para verdaderamente apreciar la poesía itálica. Así que he logrado en estos años tener un panorama general y en casos particular de las voces que generan expectación entre los lectores y entre los mismos poetas.
Desde entonces he traducido una decena de poetas, de los cuales sólo en dos casos he quedado verdaderamente cautiva de los versos. Uno es mi querido amigo Gian Maria Annovi quien sin duda admiro de una forma particular por la madurez de su obra y por su indudable genialidad. El segundo es un joven poeta napolitano que leí por primera vez hace un año: Giovanni Ibello.
En cuanto leí un par de poemas de Ibello, quedé fascinada de la calidad de sus imágenes, pero no fue hasta que leí en totalidad su obra que verdaderamente pude apreciar su talento. Y no me equivoqué con mi juicio tempestivo, Giovanni Ibello ha sido nombrado por Milo De Angelis en una breve lista de jóvenes poetas de los cuales apunta De Angelis: “emergerán los nombres más duraderos de la poesía actual”.
En el epílogo a la opera prima de Giovanni “Turbaciones siderales” recientemente publicada por la editorial Terra d´ulivi, Francesco Tomada escribe sobre algo que inmediatamente se percibe al leer a Ibello: “…un lenguaje que vive en la tensión de los opuestos suspendido entre los ángulos agudos de la aspereza, y los momentos en los que la dulzura se hace extrema y totalizante”. Al inicio esa transposición es un shock, pero pronto llega arrebatada a los sentidos con ese sabor agridulce, que encanta por su carácter dual perdurando en el paladar por largo tiempo para entenderlo y así saborearlo, es un lenguaje que otorga imágenes que aun siendo contrapuestas no se contradicen, se complementan en una armonía de belleza escandalizante.
“Prefiero celebrar
esta lenta eutanasia
con el cuerpo aperlado de sudor
y los ojos exorbitados
sobre un prado de estrellas radioactivas
y cerdos degollados
tendidos sobre un costado”.
La poesía de Giovanni es una introspección ante el amor perdido y el entorno latente, con versos entonados con imágenes pulidas y clarividentes, el oficio del poeta no es tomado a la ligera, se tiene particular cuidado en la escritura del poema singular que en la totalidad de su obra denota una extraordinaria capacidad de llevar a la palabra al punto justo donde encarna la emoción, la devoción, los sentimientos y el pensamiento de una mente singular, que lucha contra demonios con los rayos de una estrella que a veces pareciera en extinción pero que sin embargo revela una pasión que no se aísla de la vida que se crea con cada palabra que van del paisaje celeste al asfalto, de la herejía a la divinización, de los cuerpos que tiemblan, de la belleza, del dolor plasmado, pero sobre todo de la poesía como medio que con el verbo salva al poeta en su sentirse inadecuado, del mundo que lo rodea regresando a la materia prima, al semen que es palabra que construye y subsiste aun con la ausencia.
Las “Turbativas siderales” de Giovanni Ibello tienen el valor quien se aprehende a la vida misma a veces desleal y cruenta en un mundo adverso pero que al mismo tiempo se presenta lleno de instantes privilegiados que restan unidos en la memoria de ésta contradicción de vivir poeta.
I
Quando con la mano
cercherò le gore scavate dal tuo pianto
la fiamma sarà il silenzio di una cattedrale.
II
Siamo il non voluto.
Siamo l’involuto.
Il dolore che si addomestica,
il sogno eretico di un’ordalia.
III
“Le nostre voci sono l’aria che manca
ma so che non avrai paura”.
I
Cuando con la mano
buscaré las zanjas escavadas con tu llanto
la flama será el silencio de una catedral.
II
Somos el no voluntario.
Somos el inasequible.
El dolor que se doma,
el sueño herético de una ordalía.
III
“Nuestras voces son el aire que falta
pero sé que no tendrás miedo”
Studi sulla fine
Un bagliore rosso si flette nel cielo
la carcassa di una poiana
è riversa sulla neve.
Così penso che è facile morire
c’è solo da capire bene
che significa “lasciarsi andare”
seguire la parabola del volo.
Tenersi per mano, piangere,
cercare di non farsi vedere.
Tirare su col naso, reidratare
la bocca, articolare due parole.
Sapere che le pause
valgono di più quando si muore.
Ma il fatto di esistere davvero
solo nel momento della resa
mi fa guardare in faccia dio
gli uccelli, i pesci
gli eterni assenti,
la pietà degli uomini impotenti.
Estudios sobre el final
Un resplandor rojo se refleja en el cielo
los restos de un buitre
se revierten sobre la nieve.
Así que pienso que es fácil morir
solo hay que entender bien
que significa “dejarse llevar”
seguir la parábola del vuelo.
Tenerse por mano, llorar,
buscar no dejarse ver.
Tirar con la nariz, rehidratar
la boca, articular dos palabras.
Saber que las pausas
valen más cuando se muere.
Pero el hecho de existir de verdad
sólo en el momento de la rendición
me hace mirar en el rostro a dios
los pájaros, los peces
los eternos ausentes,
la piedad de los hombres impotentes.
Una cosa triste sull’amore
I
Le radici della tua nudità
sono silvestri.
Sono vibrazioni della terra
nella vulva
e penetrano i solchi del costato
con ferocia.
La follia d’amore
è un dio minore.
Porti nelle fosche viscere
l’impronta di un male endemico.
Non puoi essere madre.
I
Las raíces de tu desnudez
son silvestres.
Son vibraciones de la tierra
en la vulva
y penetran los surcos del costado
con ferocidad.
La locura de amor
es un dios menor.
Llevas en las sombrías entrañas
la huella de un mal endémico.
No puedes ser madre.
II
In quel non tempo
che adesso è divario incolmabile.
Sono certo, figlio mio
che non esiste una luce che non trova varchi.
Questo vale per i morti, per i vivi
per chi
come te
si trova
nella caligine degli angeli.
Sii paziente,
trova una feritoia
nella placenta degli astri.
Salta sulle reni,
inarcati nell’esosfera
per ritrovarti
girino o rabdomante
nei pelaghi dell’alba.
II
En aquel no tiempo
que ahora es brecha insuperable.
Estoy seguro hijo mío
que no existe una luz que no encuentra rendijas.
Esto vale tanto para los muertos
como para los vivos
para quien
como tú
se encuentra
en la neblina de los ángeles.
Se paciente
busca un resquicio
en la placenta de los astros.
Salta sobre dovelas
enarcadas en la exosfera
para reencontrarte
renacuajo o rabdomante
en los archipiélagos del alba.
III
Non esiste
il peso dell’assenza.
Quello che manca,
quell’esserci amati
una ed una volta sola
è tutto ciò che ci appartiene veramente.
III
No existe
el peso de la ausencia.
Lo que hace falta,
es aquel ser amados
una y otra vez sola
es todo lo que nos pertenece verdaderamente.
IV
C’è una mina che esplode,
il soldato supernova
brilla
sotto un arco di polvere incendiaria.
Le ceneri,
se le vedi
sono mancanza di vento.
Non c’è rituale per la terra
che sentiva
l’inoculo dei semi
nel suo grembo;
Ma erano solo radici:
radici di ombre
nelle faglie lacerate.
IV
Hay una mina que explota
el soldado supernova brilla
bajo un arco de pólvora incendiaria.
Las cenizas,
si las ves
son la falta de viento.
No hay ritual para la tierra
que sentía
el inóculo de las semillas
sobre su regazo;
Pero eran solo raíces:
raíces de sombras
en las fallas laceradas.
V
È immorale
la bellezza che ci rende soli
e il silenzio più lungo
è sempre quello
che viene infranto
nel momento sbagliato.
“Lasciami andare”
mi hai detto.
“Lasciami andare.
Come si lasciano andare i morti”.
V
Es inmoral
la belleza que nos torna solos
y el silencio más largo
es siempre aquel
que viene roto
en el momento inadecuado.
“Déjame andar”
me dijiste.
“Déjame andar.
Como se deja andar los muertos”.
A separarci fu l’incoscienza
la resistenza delle unghie nere
la tensione di una smorfia, le vene
dilatate nella mano, a reggere
il peso del corpo che cede
(a reggere il peso di dio).
Ci ha separato l’incoscienza
perché il distacco non ha memoria:
il pensiero è troppo vile per restare
mentre il corpo, ancora vivo,
si abbandona
A separarnos fue la inconciencia
la resistencia de las uñas negras
la tensión de una mueca, las venas
dilatadas de la mano, al sostener
el peso del cuerpo que cede
(al sostener el peso de dios).
Nos ha separado la inconciencia
porque el desapego no tiene memoria:
el pensamiento es demasiado vil para restar
mientras el cuerpo, aún vivo,
se abandona.
a Greta
I
Balance
La fuliggine copre il sole
e l’orizzonte rivela
le sue cicatrici di amianto.
Balance
El hollín cubre el sol
el horizonte revela
sus cicatrices de amianto.
II
Dismay
Sei come me,
comprendi l’ansia dei corpi
che non trovano messe di quiete.
“Avrei perdonato mia madre
se non fossi nato per amore”.
Dismay
Eres como yo,
comprendes el ansia de los cuerpos
que no encuentran mies de quietud.
“Hubiera perdonado a mi madre
si no hubiera nacido por amor”.
Tu credi che con la mia bellezza farei tremare la California
ma non sai che gli uomini soli piangono di notte
e come i maiali,
scontano con la vita l’intensità di un orgasmo.
Adesso,
mentre tutto questo accade
non ci sei più.
Sei andata via dopo avermi detto
che l’unico silenzio che comprendo
è l’attesa di un calcio di rigore.
Tú crees que con mi belleza haría temblar California
pero no sabes que los hombres solo lloran de noche
y como los cerdos,
menguan con la vida la intensidad de un orgasmo.
Ahora,
mientras todo eso pasa
ya no estás.
Te fuiste después de decirme
que el único silencio que comprendo
es el de la expectativa ante un tiro de penalti.
La poesía che non riesco a dire
è un fiotto di sangue
che si dirama
quando luce e quiete si fanno materia
e la parola si riduce
a un’impronta del percorso
non porta nome, né volto, né voce
solo una parete divisoria
e due occhi sgranati che si scrutano
dal mezzo di una feritoia.
La poesía que no logro decir
es un borbotón de sangre
que se esparce
cuando la luz y quietud se hacen materia
y la palabra se reduce
a una huella del recorrido
no lleva ni nombre, ni rostro, ni voz,
solo una pared divisoria
y dos ojos desorbitados que se escrutan
desde la mitad de un resquicio.
De Sur a Sur Revista de Poesía y Artes
Literarias. Mayo 2017
Giovanni Ibello nació en Nápoles el 8/2/1989. Se graduó en Jurisprudencia en la Universidad Federico II. Trabaja en un estudio legal que se ocupa de derecho civil. Desde enero del 2012 está inscrito al registro de periodistas acreditados de Campania (categoría publicistas). En ese rol, escribe regularmente sobre futbol. Sigue como enviado y “match analyst” los eventos deportivos de la SSC Nápoles. Es redactor en “Words Social Forum (centro social del arte)”. Ha publicado en la web poemas inéditos y análisis crítico, que se encuentran fácilmente en los principales lit-blog italianos. Su opera prima “Turbative siderali” recientemente ha sido publicada por Terra d´ulivi edizioni.
Alejandra Craules Bretón (México / Italia)
Estudio Creación y Apreciación literaria en la Casa Lamm. En 2003 ganó el premio nacional de poesía otorgado por el Instituto Mexicano de la Juventud con su primer poemario Palabras Fértiles, publicado por el Instituto Hidalguense de la Juventud. Se segundo poemario “Puntos Cardinales”, fue publicado por la editorial Todas las Voces. También ha publicado en las antologías “El sol desmantelado”, “Universos Diversos”, editado en España, “Korsi e Hapur”, publicado en Albania, y en el “L´amore al giglio” publicado en Italia. En 2010 el CECULTAH publicó su poemario “Laberintos y Dragonerias”. Realizó residencias artísticas en CAMAC Francia y en Can Serrat en Cataluña. Participó en la “Primera maratona poética” en la Biblioteca Pública de Pordenone, Italia, donde radica actualmente. Fue incluida en el “Cencimiento dei poeti italiani tra 20 e 40” organizado por Pordenonelegge famoso festival literario.Para la revista literaria “Circulo de Poesía” tradujo del italiano al español el “Dossier de poetas italianos contemporáneos”. En 2015 Samuele Editore publicó una selección de sus poesías eróticas en versión bilingüe español-italiano en “Nella giogia del corpo abitato”.
Escribir comentario