Recuerdo seis palabras de aquella fatídica noche: "Dame la guita o sos boleta".
El frío metal sobre mi sien activó el bombeo de mi sangre y mi mente recorrió cuarenta y nueve años en segundos.
Mi único capital era mi vida, apenas llevaba treinta y siete pesos en el bolsillo.
Fueron minutos de incertidumbre hasta que accionó el gatillo.
Seis… cuarenta y nueve… treinta y siete… ocho = cien, número que la vidente había marcado con un círculo rojo.
Y ese círculo me sigue acompañando mentalmente en esta celda, desde que desvié el arma hacia él antes de que disparara.
De Sur a Sur Revista de Poesía y Artes Literarias. Mayo 2017
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