HABITACIÓN LLENA DE NADA
sé que la vida no me cobrará en poemas
por tantos desperdiciados
ni para qué engañarme,
me hará darme con la luna entre los dientes
cualquiera de estas noches
y no tendré con quién quejarme
lo demás no será sino saldo de sueño
y campanas mudas,
vino marchito,
corazón petrificado,
flores de materia fecal,
salada suerte,
esperma burbujeando sobre la entrepierna
esa será mi remesa existencial:
soledad al final del camino
del libro Amor Escupido, 2013)
LA SIRENA EMBALADA
sirena vuelve al mar/ varada por la realidad
sufrir de alucinaciones/ cuando el cielo no parece escuchar
Los héroes del silencio
y te llevaste el mar entre tus piernas,
ácida y serena,
como si nada hubieras hecho,
cagándote de risa,
dejándome en la boca
ensangrentadas las palabras
y yo que fui trasiego de espuma tambaleante
y huella de animal impoluto,
su pecho de aerosol,
yo que fui un soneto colgando de tu seno,
que viví hace millones de veranos
amamantándome únicamente de tu sexo
y que ahora me toca rodar de sed
como una luciérnaga en el fondo del delirio
y tú que no eres tú
sino tú misma
tan ayermente
y que a tu paso arrastras caracolas
y estrellas de mar brillando en el firmamento
de las aguas
y que estás tan sola,
tan contigo,
tan sin mí
y te llevaste el mar entre tus piernas
(del libro La poesía con sangre entra, 2015)
DENTRO DE ESTE POEMA VENDEN DROGAS CABALÍSTICAS
dicen que Patti Smith estaba enamorada de Rimbaud, y que aun cuando vinieron a nacer en siglos diferentes su amor fue mucho más que un ridículo acto poético: lloró durante semanas cuando aquellos malnacidos le destrozaron su libro de poemas del primer niño del punk que siempre llevaba consigo mientras trabajaba en aquella fábrica en su adolescencia de 1962
cuentan que Li Po murió ahogado cuando borracho intentó abrazar la luna apoyado en la frágil rama de un árbol y que el río fue este texto fugitivo de los tiempos y las cosas (de confirmarse este hecho en particular, cualquier ser humano podría entender que es lo que quiso decir Roy Sigüenza cuando anotó: escribo como un buscador, no como alguien que escribe- cuando un escritor escribe sabe que escribe, el que busca no, no sabe- no hay certidumbre ni dioses que la den)
murmuran que Federico García Lorca haciendo el amor con Luis Cernuda eran como esa nebulosa cuando aún es apenas una larva en el estanque dejado por una lluvia de pasiones incendiarias
yo sin querer una noche me topé con Alicia en el Night Club “Las Maravillas” y estaba tan clara su piel como el labio del cristal que duerme entre traiciones y su cabello rizado como el sol y micro vestido de cuero negro
pero ya lejos de toda suposición y sospecha con todo ese barro con el que se tejen las palabras desnudaría la sangre de esa mujer que ha de estar esperándome en ese lecho de sal y tinieblas impuesto en el corazón meado por el día venidero
les juro que no dudaría en fumarme todas las grietas del asfalto
LA MÁS DESNUDA FORMA DE LA PIEDAD
al final la profecía resultó verdad:
entre los muros nos hicimos viejos
teníamos como 17 años
y nos gustaba cantar borrachos y a todo pulmón
no dejes queeeee
nos coma el diablo amor
que se trague tu calor
eructe mi dolor
y a veces hasta interrumpíamos la letra
para darnos besos que sabían cómo a esa cerveza
de sesenta centavos de aquel entonces
pero por ahora solo estas terribles manchas en el corazón
y ese hueco llamado Felicidad
que nunca aprendí a saltar
¿recuerdas cuando los profesores nos hablaban
del futuro exitoso que tendríamos si leíamos muchos libros?
lo que nunca nos dijeron era que esos libros tenían que ser
de cálculo avanzado gestión empresarial códigos penales
y no de esos tan raros que solo enseñan
que la navaja de la mente
no deja cicatrices
pero amputa los recuerdos
desde el principio lo hicimos todo mal
mi madre que todavía no muere
pero su cadáver que ya perfuma mis poemas
ni contigo ni sin ti
cómo te explico toda esta canción que ya no nos llueve
no pido perdón por todo el fracaso
estoy cansado es cierto
me he querido matar bebiendo
y no lo he conseguido
este espejo que vomita lo que ve
todo aquello tan humillante que acepté hacer
con tal de llevar dinero a casa
mintiendo que es gracias a la literatura
ignoro que es todo lo que hago hoy
hago cualquier cosa menos escribir
jamás existo cuando escribo
no escribo no escribo no escribo
entre los muros nos volvimos sangre
nos volvimos sed
esputo palpitante
toda esta miel extraña con su genital reseco
lastimándonos el miedo
y un pájaro líquido anidándome en el hígado
nadie es culpable de mi inocencia
nadie es culpable si amanecí tirado en la vereda
perdidos el celular la billetera los zapatos
y la poca fe que me quedaba
mi inspiración empeñada en un fumadero de nubes
pasa desnuda la brisa y no siente vergüenza
de las miradas enfermas de los vagabundos
de esta calle que agoniza
el futuro solo fue un gato atropellado por la ausencia
y la poesía que me cuenta otro de sus pésimos chistes:
el amigo que me escribe preocupado para contarme
como me mataban a garrotazos en su sueño
y que era tan real
(del libro El paraíso de los Nadie, 2020)
VÍRGENES ALADAS CON CORAZONES DE PLOMO
Para Andrea Rojas Vázquez
el amor es el perro de Dios
que dejó atado en el patio trasero de la eternidad
y que se olvidó de alimentarlo
y de llevarle algo para beber
y que agoniza
y que duele
como esta agua herida por el viento
de vuelta esta lluvia sin sentido alguno
lluvia que se fuga conmigo
al país de los desentendidos
la mañana con sus ojos desnudos
y el frío de lo impronunciable
abandonado y enfermo
he tocado fondo
¿o es el fondo el que me ha tocado a mí?
la entretenida colección de insultos
proferidos por mi familia
por pasar de los treinta
y seguir perdiendo el tiempo
con la estúpida literatura
mis enemigos que se regocijan con mis caídas
pero nada puede doblegarme
un hombre podrá ser destruido
pero jamás derrotado
(bacansote Hemingway
gracias por el huracán que vive en mí)
tener que coserte a ti mismo
pero llevar las manos siempre atadas
no vale la pena nacer para otra cosa
toda esa basura desparramada sobre el pavimento
como el mejor invento de la humanidad
mi destripada alma
los pedazos de mi hígado que vomité
durante mi última borrachera
como mis únicas herencias
en vez de ser agradecido con la vida
por no haber terminado muerto o encarcelado
como tantos de los que bebían
y que se drogaban conmigo
sino que dedicarme a hacer todo lo contrario
abusar de mi suerte
como quien abusa de la mujer
que bajo los efectos de la escopolamina
débil como el relámpago enamorado del silencio
da lo mismo esta música que se ahorca
con la cuerda de la guitarra
con la que no conquisté a nadie nunca
esta nostalgia que muerde
que difícil escribir sobre estos papeles ciegos
que hartazgo
que obnubilación
que bella costa del espanto
de vuelta esta lluvia sin sentido alguno
que en casi nada se diferencia
con este pedazo de cristal tembloroso
cuando yo sea grande
quiero ser como ese hombre
que mató a su amigo imaginario
y que después se entregó a la policía
(del libro El paraíso de los Nadie,2020)
FLOR DE LUPUS
el famoso poeta ecuatoriano contemporáneo
que me escribe para aconsejarme
que jamás seré buen escritor
si me sigo relacionando sexualmente
nada más que con mujeres,
estas paredes que son como canciones
contra las que estrello mi cabeza
y estas noches sin ti
que son como ceniceros violados
por algún nombre que no consta
en el rol de este arrebato,
el cielo que se cae sobre tu lengua
y el recuerdo en el que tomo tus manos
como si fueran la última cerveza de la fiesta,
dulce igual que el sabor del aire
cuando por fin te sacan de la prisión,
esta llovizna que no es más que una guillotina,
dos niños que retozan sobre un cúmulo de tierra
con la ropita recién comprada
y el ropavejero que pasa con el costal lleno de preguntas,
estas teorías lacanianas equivalentes a monedas falsas,
“porque es más fácil escribir sobre nada
que escribir sobre algo” (lo dice Mario Montalbetti)
la suerte de aquel hombre que según se lee en los periódicos
murió aplastado por la rueda de la fortuna
la anciana que viaja a mi lado en este autobús
y que en un estornudo adornó con una parte de sus mocos
esta página que acaban de leer
(del libro aún inédito Tan lejos de todo, pero tan cerca de nada, 2023)
DIEGO ROJAS ARIAS. - Ecuador, 1986. Ha publicado en poesía Amor Escupido (2023) La poesía con sangre entra (2015) Con todos los diablos encima (dos ediciones: en Chile, 2017 y Argentina, 2022) El paraíso de los Nadie (2020) Todo lo inhumanamente posible (Poesía reunida 2013- 2023) Algunos de sus poemas han sido traducidos al francés, italiano e inglés y se han publicado en blogs y revistas digitales e impresas de algunos países tales como La Piraña de México (tres traducciones al francés por el Miguel Ángel Real) Blog Centro Cultural Tina Modotti de Venezuela (traducción al italiano por Antonio Nazzaro) Revista Estepario y Blog Literario Kametsa, de Perú, Revista digital El Humo, de Argentina, Revista Arará de Brasil, Blog Poetas del Siglo XXI de España, Casa Bukowski, de España, Revista Elipsis, de Ecuador, Revista Matapalo, de Ecuador, Blog literario Cráneo de Pangea, de México- Ecuador, Ritornello: antología de poemas de autores y autoras de Ecuador versionados al comic y publicada por el GAD Municipal de Cuenca, en 2018, y Revista De Sur a Sur, de España. Su primer poema traducido al inglés por Joralci del Carmen López se publicó en 2023 en la antología Madness: an anthology of world poetry, compilada y editada poe le catedrático Keshab Sigdel, de la Tribhuvan University de la ciudad de Katmandú, Nepal.
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